miércoles, 20 de abril de 2011

TEMA SELECCIONADO DEL LIBRO PARA PRÁCTICA


JABONES
Es un producto que sirve para la higiene personal y para lavar determinados objetos. Se encuentra en pastilla, en polvo o en crema.
El jabón es un agente limpiador o detergente que se fabrica utilizando grasas vegetales, animales y aceites. Químicamente, es la sal de sodio o potasio de un ácido graso que se forma por la reacción de grasas y aceites con álcali.
Si se hace con aceite de oliva, es jabón de Castilla; se le puede agregar alcohol, para hacerlo transparente; se le pueden añadir perfumes, colorantes, etc.; sin embargo, químicamente, es siempre lo mismo y cumple su función en todos los casos.
SAPONIFICACION: es el proceso que convierte la grasa o el aceite, en jabón limpiador. Esta transformación no es otra cosa que una reacción química muy común, y que consiste básicamente en:
ÁCIDOS GRASOS + SOLUCIÓN ALCALINA = JABÓN + GLICERINA
Ó
La obtención de jabón es una reacción que consiste en la hidrólisis de un éster.
ÉSTER + SOSA   =====>  JABÓN + ALCOHOL
La mayoría de los jabones eliminan la grasa y otras suciedades debido a que algunos de sus componentes son agentes activos en superficie o agentes tenso activos.
Los jabones son sustancias que alteran la tensión superficial (disminuyen la atracción de las moléculas de agua entre sí en la superficie) de los líquidos, especialmente el agua. Este tipo de sustancias se denominan tenso activas.

PRINCIPALES PROBLEMAS PROVOCADOS POR DESECHOS DESMEDIDOS DE DETERGENTES: Espuma, toxicidad en la agricultura, toxicidad en la vida acuática y efectos de enzimas activas.



Fabricando jabón
MATERIAL:
  • Recipiente de barro, metal o cristal.
  • Cuchara o palo de madera.
  • Caja de madera.
  • 250 ml de aceite.
  • 250 ml de agua.
  • 42 g de sosa cáustica.
PRECAUCIÓN: La sosa cáustica es muy corrosiva y debes evitar que entre en contacto con la ropa o con la piel. En caso de mancharte lávate inmediatamente con agua abundante y jabón.
 
PROCEDIMIENTO:
Echa en un recipiente, la sosa cáustica y añade el agua ¡mucho cuidado!, no  toques en ningún momento con la mano la sosa cáustica, porque puede quemarte la piel! Al preparar esta disolución observarás que se desprende calor, este calor es necesario para que se produzca la reacción.
Añade, poco a poco, el aceite removiendo continuamente, durante al menos una hora. Cuando aparezca una espesa pasta blanquecina habremos conseguido nuestro objetivo. Si quieres que el jabón salga más blanco puedes añadir un producto blanqueante, como un chorrito de añil; para que huela bien se puede añadir alguna esencia (limón, fresa).
A veces ocurre que por mucho que removamos, la mezcla está siempre líquida, el jabón se ha “cortado”. No lo tires, pasa la mezcla a una cacerola y calienta en el fuego de la cocina. Removiendo de nuevo aparecerá al fin el jabón.

Echa la pasta obtenida en una caja de madera para que vaya escurriendo el  líquido sobrante. Al cabo de uno o dos días puedes cortarlo en trozos con un cuchillo. Y ya está listo para usar:
NO OLVIDES: lavar las manos, el cabello, la ropa, los suelos, etc.
Observa que el jabón que hemos conseguido es muy suave al tacto, debido a que lleva glicerina que se obtiene como subproducto de la reacción.
Si quieres más cantidad puedes utilizar, por ejemplo, las siguientes proporciones: 3  Litros de aceite, 3 litros de agua, ½ kg de sosa cáustica.



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